HOLA! Bienvenidos al blog de un gran vago que escribe cuando le viene en gana con una letra trebuchet que da miedo. Hoy he decidido escribir, pues.... una...MIERDA sejejhhgebsheesde

visita a la oficina: (1/*yo que sé*)

>Llegué tarde.

Aquella mañana las sábanas estaban llenas de aquel aroma que me hacia poder estar vivo, él.

Afortunadamente la oficina seguía abierta, pensé que solo abría por mí, crucé la gran puerta de cristal, a mi parecer echa para demostrar el poderío de la empresa, miré al cielo con los ojos todavía durmiendo mientras pensaba en el momento cuando saldría por la puerta otra vez, llegaría a casa,dejaría las maletas, me tumbaría en el sofá....él...

Entonces aquí es donde estoy yo trabajando en esta oficina, de la que no quería saber nada, obligado, obligado por mi padre no me dejó dedicar mi vida al arte y a viajar sin rumbo como yo hubiese deseado, ni a dejar mi mundo en manos del vació, ni a pensar en él, por el contrario tenía que trabajar en su maldita oficina para hacer los tramites de viajes donde la gente se va a disfrutar...*juntos*... donde yo quisiera estar y donde nunca podré ir.

las oficinas, a mi parecer torres enormes de cristal donde no podías ver el suelo y sentías el parecer de volar, donde parecía estar todo perfecto y en calma no eran mas que aburridos despachos cerrados con unos muros verdes que me recuerdan a la escuela, cual barracón destartalado.

Mi padre siempre me dijo que debía ser alguien útil y abandonar todos mis ilusos sueños para ser...¡QUIEN ÉL QUERÍA QUE FUERA!

Nunca puedes negarte a nada ya que un maldito lazo de sangre te obliga a hacerle caso, a olvidarte de ti y a encerrarte en el asqueroso baño de bar al que llamaba oficina donde tuve

que pasar los más calurosos días de verano y las noches mas heladoras del invierno.

llego a casa.

-Hoy ha sido un día duro (agotado)

-¿emm? (abriendo los ojos)

-Lo siento, ¿te desperté?

-Ya sabes que te suelo esperar despierto pero...

-lo se, suelo llegar tarde...

-Tu padre.

-Otra vez (con voz apenada)

La escena fue mirarnos a los ojos, pensando en cuanto tiempo podríamos aguantar así, no es que él no hiciera nada... pero tenía un horario de trabajo humano, yo respetaba y admiraba su profesión como cuerpo de seguridad pero...debíamos asumir que mi padre con la suerte de poder contar con migo para todo me deba demasiadas horas de mas y yo...

-Lo siento.

-No tienes que disculparte, siéntate aquí

Tímidamente me fui sentando a su lado, me pasó la mano por encima del hombro, acercó lentamente su boca a mi cuerpo mientras me pasaba su cálido dedo por la espalda, con su mano izquierda bordeó el resto de mi cuerpo y me besó.